viernes, 26 de noviembre de 2010

RESCATE EN CUERDA TOMO 1

MÉTODOS DE RESCATE EN CUERDA (1ª parte)

Iniciamos una serie de artículos sobre un tema, que según nuestro criterio es de vital importancia, y que es el tema del rescate en cuerda. Cómo me dijo hace ya bastantes años un Instructor de rescate, el mejor rescate es aquel que no se llega nunca realizar porque han funcionado perfectamente los sistemas de prevención, por lo tanto creo que la primera parte de esta serie de artículos debe basarse en la prevención, entendiendo como tal, la equipación de una instalación segura, polivalente y sobre todo que nos permita una rápida evacuación de la persona que se encuentra herida o bloqueada en la cuerda.

Prevención

En esta primera parte vamos a tratar el tema de la prevención, y lo vamos a dirigir fundamentalmente al tema del trabajo en altura.

En primer lugar, la cabecera o sistema de anclaje de seguridad (SAS) debe de ser seguro y realizarse en un lugar cómodo y que aguante las cargas a las que lo vamos a someter. Una vez que tenemos el sitio elegido es importante realizar una correcta distribución de la carga para ello utilizaremos siempre como mínimo SAS formados por dos puntos independientes, pero lo ideal, son los SAS formados por tres puntos independientes, puesto que así podremos realizar una triangulación, con lo que conseguiremos una perfecta repartición de las cargas, soportando cada anclaje un 33% de la carga total, y en caso de rotura de un anclaje los otros dos absorben a partes iguales la carga que anteriormente soportaba el anterior anclaje. Además también es importante reseñar que las triangulaciones son cabeceras direccionables, por lo que siempre van a trabajar correctamente independientemente de la dirección de la carga.

Una vez que tenemos realizada la instalación del SAS mediante una triangulación, lo ideal sería contar con una placa multianclaje, que nos facilitará el tener varios puntos de anclaje en el caso de tener que realizar cualquier tipo de maniobra, bien sea de rescate, o cualquier otra maniobra secundaria.

Por último nos queda el realizar el anclaje de la cuerda a la placa multianclaje, dependiendo del lugar en el que estemos trabajando el sistema de anclaje variará.

Si trabajamos en una fachada, lo primero es calcular la altura que tenemos desde la zona donde vamos a emplazar los anclajes hasta el suelo firme, y una vez calculado dimensionaremos los metros de cuerda, que siempre serán el doble de la distancia entre el anclaje y el suelo firme, y así podremos realizar una cabecera desembragable, para ello el anclaje lo realizaremos con un nudo dinámico bloqueado o utilizaremos un descendedor-bloqueador autofrenante como puede ser el I´D de Petzl, pudiendo evacuar al compañero desde la cabecera rápidamente en caso de un percance o accidente.


Si el trabajo se realiza en un pozo en el que la evacuación se realizará hacia la parte superior, haremos lo mismo que anteriormente, calculamos los metros que tenemos hasta la zona más profunda donde vayamos a realizar el trabajo, una vez calculado utilizaremos un 25% más de cuerda de la distancia de la cuerda y esta la anclaremos a una polea bloqueadora tipo protraxion o a un descendedor-bloqueador autofrenante (mejor esta segunda opción, pues es más polivalente), con lo cual tenemos realizada una pre-instalación para poder realizar un polipasto y evacuar al accidentado hacia el exterior o poder descenderlo para estabilizarlo y posteriormente evacuarlo.



Estos sistemas lo que nos permiten es una evacuación rápida de una persona herida o accidentada, puesto que en caso de que una persona quede inconsciente colgada de una cuerda es de vital importancia la rápida evacuación de esta persona, pues su vida depende de la rápida evacuación de la cuerda, debido al síndrome del arnés.

En el próximo capítulo trataremos sobre los sistemas de evacuación en cuerda fija.

Antonio Manuel López Sal
Técnico de la EEE y de la EGE

martes, 16 de noviembre de 2010

I Congreso de Seguridad en Montaña










Los días 10, 11 y 12 de noviembre, la pasada semana, instructores de Campo IV nos desplazamos a Zaragoza para participar en el I Congreso de Seguridad en Montaña impartido en España. El congreso estaba dirigido tanto a profesionales del sector como a amateurs e intentó ofrecer, desde un amplio espectro de perspectivas, una panorámica sobre el estado de la seguridad en montaña y los medios y mecanismos que se emplean a día de hoy en Europa en la gestión del riesgo.
El Congreso, impartido por expertos militares, profesores, directivos, medicos y rescatadores, trató temas tan diversos como la gestión de la adversidad, la psicología en la seguridad, nivología y aludes, estaciones de esqui, responsabilidad de guias, sociedades, empresas, formación en especialidades de montaña, medicina de montaña, cobro de los rescates, etc...
Un gran congreso que abre muchas puertas y sobre todo, ha servido para aclarar y sacar ideas de un tema tan importante y tan de moda como es la seguridad en los deportes de montaña y al aire libre.
Saludos.
Alejandro López
Tecnico EGAM

lunes, 15 de noviembre de 2010

CABOS DE ANCLAJE

Recientemente se han realizado tests y estudios para comprobar la fuerza de choque que se recibirían a través de distintos cabos de anclajes utilizados en la práctica deportiva (espeleología, descenso de cañones, montañismo...) ante factores de caída diferentes.

Nosotros en los tests hemos comparado los cabos de anclaje SPÉLÉGYCA de Petzl, las cuerdas cosidas como la JANE de Petzl, y unos cabos de anclaje realizados con cuerda dinámica de 9 mm, rematados con diferentes nudos (nudo de vaca en los tres puntos, nudo de nueve en el centro y medio pescador triple en los extremos).




CONCLUSIONES

Los cabos de anclaje manufacturados que se encuentran actualmente en el mercado, ya sean simples o dobles, simétricos o asimétricos no son adecuados para las prácticas deportivas anteriormente citadas ni para los trabajos vertical. Recordar que para los trabajos verticales siempre deberemos utilizar elementos de amarre con un disipador de energía.

Los elementos de amarre o cabos de anclaje constituidos a base de cintas cosidas, muy extendidos, tanto entre los deportistas, como entre los trabajadores, pueden constituir un serio peligro si no somos conscientes de lo que estamos utilizando y de sus limitaciones.

En ensayos realizados por la Escuela Francesa de Espeleología, se ha demostrado que la fuerza de choque en factor 1 puede sobrepasar loa 1500 daN mientras que la tolerancia a nivel de las normas europeas para los equipos de trabajo está fijado en 600 daN.

Los cabos de anclaje realizados con cuerda dinámica y nudos en los extremos obtienen mejores resultados, puesto que los nudos realizados, tanto en los extremos como en la zona de unión con el arnés cumplen una función amortiguadora en el caso de caída. Lo que está claro es que el diámetro de la cuerda no utilizada tiene un valor insignificante en la fuerza de choque, al igual que el trenzado de la misma.
Del mismo modo también es destacable que la realización del nudo tampoco influye de una manera determinante, por lo tanto, el que el nudo se encuentre bien o mal peinado al final es más una mera cuestión estética que de efectividad real, así como si el nudo ha sido bien apretado anteriormente, puesto que el nudo se conformará perfectamente al someterlo a la carga de trabajo.
Además cabe destacar que utilizando este tipo de cabos de anclaje (que únicamente utilizaremos para la práctica deportiva, nunca para trabajos) podemos adaptar la longitud de los cabos a la morfología del practicante.

Señalar que en los ensayos realizados en las caídas con cabos de anclaje realizados con cuerdas dinámicas son los nudos los que absorben la mayor parte de la energía acumulada durante la caída.



Recordar que nunca hay que situarse por encima del punto de anclaje.

Por último recordar a efectos de trabajo en altura que la reglamentación sobre seguridad no se apoya en la fuerza de choque límite, que actualmente es de 600 daN, sino que únicamente se basa en: “...la protección de los trabajadores debe estar asegurada mediante un sistema de detención de caída apropiado, que no permita una caída libre de más de un metro o limitando , en las mismas condiciones, los efectos de una caída de mayor altura”, cuando actualmente y según ensayos se ha demostrado que en una caída de menos de un metro con cabos de anclaje de cinta cosida se pueden generar fuerzas de choque superiores a 1500 daN.

Antonio Manuel López Sal
Técnico de la EEE y de la EGE