Como todos sabéis, a pesar de que muchos no lo empleen habitualmente, en la maniobra de rapel es necesario que contemos con un mecanismo de seguridad que nos frene en el caso de que nos veamos obligados a soltar la mano de freno.
El rápel se trata de una de las maniobras más comprometidas que existen en nuestra actividad, por el simple hecho de que se trata de un descenso autónomo, es decir, nuestra mano y pericia, controla nuestra bajada. Por ese motivo es necesario que contemos con un mecanismo que nos sirva de autoseguro para cualquier supuesto comprometido.
Podemos usar cualquier sistema autoblocante habilitado al efecto, tipo shunt o nudos (machard o prusik). Desde mi punto de vista, recomendaría (para el caso de nudos) el machard antes que el prusik debido a que este último tiende a morder la cuerda en exceso y podría dar lugar a problemas de autobloqueo involuntarios que podrían molestarnos o incluso perjudicarnos a la hora de rapelar.
Doy por hecho que todos sabéis hacer un machard y las dos formas en las que podemos realizarlo (uni o bidireccional), pero me voy a permitir recordaros que hace falta un cordino de 1,5 metros y entre 5 y 6 mm. En cuanto a las vueltas que hay que darle, eso varía en función de la cuerda (entre 3 y 5), de su grosor, y del cordino empleado. No es bueno ni que este muy flojo (porque no frenaría) ni que este muy ajustado (impediría nuestro descenso y podría quedare muy bloqueado).
El rápel se trata de una de las maniobras más comprometidas que existen en nuestra actividad, por el simple hecho de que se trata de un descenso autónomo, es decir, nuestra mano y pericia, controla nuestra bajada. Por ese motivo es necesario que contemos con un mecanismo que nos sirva de autoseguro para cualquier supuesto comprometido.
Podemos usar cualquier sistema autoblocante habilitado al efecto, tipo shunt o nudos (machard o prusik). Desde mi punto de vista, recomendaría (para el caso de nudos) el machard antes que el prusik debido a que este último tiende a morder la cuerda en exceso y podría dar lugar a problemas de autobloqueo involuntarios que podrían molestarnos o incluso perjudicarnos a la hora de rapelar.
Doy por hecho que todos sabéis hacer un machard y las dos formas en las que podemos realizarlo (uni o bidireccional), pero me voy a permitir recordaros que hace falta un cordino de 1,5 metros y entre 5 y 6 mm. En cuanto a las vueltas que hay que darle, eso varía en función de la cuerda (entre 3 y 5), de su grosor, y del cordino empleado. No es bueno ni que este muy flojo (porque no frenaría) ni que este muy ajustado (impediría nuestro descenso y podría quedare muy bloqueado).
En cuanto a la maniobra en sí y la colocación de los aparatos, creo que es muy conveniente tener un par de cosas claras, porque existen diversos modos de realizarlo y, a mi juicio, solo una es la “más correcta”.
- El machard (aunque puede ir a la pernera directamente anclado – sistema obsoleto-) irá al arnés directamente, por debajo de la placa de freno.
- La placa de freno se alargará con una cinta desde nuestro arnés, con el fin de que no entre en contacto con el nudo y se enganchen. En todo caso debemos poder llegar con la mano al sistema de frenado, para solucionar cualquier problema.
Pero ¿Por qué ponemos el nudo autobloqueante por debajo de la placa de freno? Muy simple: En el caso de que nos quedemos colgados de la cuerda, directamente del nudo autobloqueante (en el caso del shunt sería igual), pueden ocurrir dos cosas:
- Si el nudo está por encima de la placa, todo nuestro peso (100%) recae sobre el nudo, que al estar además alejado, haría muy complicada la maniobra de desbloqueo del propio nudo para continuar la marcha.
- Si el nudo está por debajo de la placa, nuestro peso se reparte entre el nudo (60%) y la placa (40%) lo que hace mucho más fácil desbloquearlo.
Podéis intentar hacer la prueba de intentar desbloquear un machard en ambos casos y os daréis cuenta de cual es la mejor forma. Esto parece una tontería, pero a la hora de la verdad agradeceréis no tener que hacer una maniobra mucho más complicada para desbloquear un nudo rebelde y muy apretado.
Un saludo.
Análisis de Alejandro López (Técnico EGAM)